Jóvenes, !votar es de franciscanos!

Jóvenes, !votar es de franciscanos!


El próximo domingo 23 de octubre, una vez más podremos participar de la democracia en las “Elecciones Municipales 2016”, a través del ejercicio del sufragio, que es un derecho y  una responsabilidad de todos los ciudadanos para elegir a nuestros gobernantes. Es admirable, constatar la participación de los jóvenes en el ámbito público, especialmente en la política, sin embargo, a veces está el peligro de una participación “mediocre” que solo critica de lejos pero no conduce al compromiso. No basta con el “like” o “I don’t like” del Facebook, sino que es necesario levantarse del escritorio y de la actitud pesimista para empezar nuevamente a construir.

Muchos dirán que son los mismos de siempre, aquellos que han defraudado la confianza de los ciudadanos con sus malas prácticas. Por lo mismo, esto no podemos seguir permitiéndolo, que el servicio público sea utilizado para bien personal o beneficio de unos pocos, como el retail. Levantarnos para ir votar, es una oportunidad más para renovar nuestra confianza, y seguir creyendo en la posibilidad de que existen buenos ciudadanos con auténtica vocación de servicio, pero también, para decir no a aquellos que usufructúan con la política.

Cada uno de nosotros, vota desde la identidad de creyente y cristiano, por eso, también es importante que nos informemos antes de las elecciones, para votar conscientes y sin caer en la disonancia con respecto a nuestra fe. Será decisivo considerar, en los programas políticos de los candidatos la relevancia que den a la vida en todas sus manifestaciones, los programas sociales concretos que cuiden y promuevan a los pobres, indigentes y a todos los trabajadores, como también los proyectos ambientales que defiendan la creación. Además, debe considerarse las perspectivas que cada uno de los candidatos tenga de las reformas a la educación, y al sistema tributario, y de aquellas reformas que se pueden implementar a futuro en el ámbito de la salud y la pensión.

Entonces, tenemos motivos más que suficientes para ir a votar. En las últimas elecciones presidenciales del año 2013, según Los registros del SERVEL, la INJUV ha dicho que votaron 1.105.456 jóvenes entre 18 y 29 años, que corresponde al 16,6 % del total de votantes que ejerció el sufragio ese año. Esto corresponde al 31,6% del total de la población joven entre 18 y 29 años, que según la INE sería un total de 3.497.698(1). Por eso, cada voto del jufrista que cumpla con el requisito mínimo de edad, puede ayudar a la anhelada representatividad, que especialmente los jóvenes miran con frustración al momento en que existen pocas posibilidades de recambio en los líderes del país.

Podríamos decir que votar es franciscano, pues el movimiento franciscano surgió en un momento histórico en que se estaban gestando las ciudades y toda su participación democrática. De esta manera, Francisco de Asís y los primeros hermanos también aprendieron de esta intuición humana tan llena de bondad. Desde el monaquismo antiguo los monjes practicaban el “Capítulo”, que reunía a los religiosos del mismo monasterio. Pero será en el IV Concilio de Letrán que obligará a reunirse en Capítulo general, imitando la práctica de los monjes cistercienses, en la cual participaban representantes de los monjes, es decir, sólo los priores y abades. “Entre los franciscanos participan todos los hermanos, por lo menos hasta 1221. El capítulo monástico es oligárquico, el franciscano es democrático…”(2)
En el cristianismo desde los inicios los creyentes se consideran insertos en la vida social de su tiempo y responsables con sus obligaciones, pero al mismo tiempo hombres y mujeres que miran un horizonte esperanzador mucho más pleno. Es así, como lo retrata la Carta a Diogneto: “Los cristianos no se distinguen de los demás hombres, ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto… Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo”(3).
Entonces, ya saben, los jóvenes están llamados a ser protagonistas de la construcción de nuestra sociedad, por lo pronto votando, pero también poniendo al servicio de los hermanos las capacidades, posibilidades y profesiones. El próximo domingo, piensa en tu Chile, en tu cuidad, en tu barrio, y ¡levántate!…

 Luis Cisternas Aguirre, ofm

(1) INJUV, INJUV comienza nueva estrategia junto a diputados jóvenes, (Santiago de Chile, 2016). Extraído el 16/10/16 http://www.injuv.gob.cl/portal/noticias/voto-juvenil-injuv-comienza-nueva-estrategia-junto-a-diputados-jovenes/
(2)T. DESBONNETS, De la intuición a la institución. Los Franciscanos, (París, 1983) 46.
(3) Carta a Diogneto.

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